martes, 31 de mayo de 2016

Que te follen a ti y a tus putas preocupaciones. 
Que le follen a tu cartera, a tu ropa de marca, a tu maquillaje, a tu coche. 
Que le follen a tu figura, a tu peinado, a tu manicura cara, a tu bolso de animales muertos. 
Que le follen a tu novio de gimnasio, a tu perro de competición y a vuestros absurdos tatuajes. 
A la mierda cada uno de los minutos que habéis pasado pensando en vosotros mismos. 
A la mierda vuestra superficialidad, vuestra hipocresía, vuestra egocentría infinita. 

Porque estoy rezando a un dios en el que no creo
Estoy rezando por la lluvia.
Y rezo por maremotos.

Estoy suplicando de rodillas al jodido universo 
para que nos barra a todos 
de esta estúpida e insignificante piedra que flota por la nada
hacia la nada. 

Rezo por ver el fin
y tener así un descanso 
de ésta puta mierda de circo
que os habéis montado. 

A la mierda todo y todos.


lunes, 30 de mayo de 2016


La humanidad bien vale su propia extinción
y nos vamos quitando de futilidades. 

A.M.

lunes, 23 de mayo de 2016

Teoría es cuando lo sabes todo,
pero nada funciona.

Práctica
es cuando todo funciona,

pero no sabes por qué.

En mi vida,

la teoría y la práctica se combinan:
nada funciona 
y no se por qué

lunes, 16 de mayo de 2016

En el tiempo que lleva mi vecino de arriba 
aprendiendo a tocar la batería,
yo ya habría aprendido a tocar todos los instrumentos
 de la orquesta sinfónica de Berlín. 
Tengo fe en que se de pronto por vencido.
Tengo que ir a la tienda de suministros, inevitablemente. 
Así que me levanto temprano, me ducho, me lío un peta y salgo a la calle. 
Cuando el autobús llega, está tan lleno que entro en pánico. 
Para delante de mí, el autobusero abre las puertas, y yo paralizada
solo alcanzo a dar media vuelta tratando de alejarme de todas esas miradas. 
Camino por callejones tortuosos y estrechos, donde la densidad de población es menor.
Lejos de miradas indiscretas y de la vista de la "autoridad", enciendo mi peta. 
Pasa poco tiempo hasta que el mundo que se muestra ante mi comienza a cambiar. 
El sol se vuelve negro, la luz pesa, y la gente desaparece. 
Los edificios, antes imponentes masas de piedra erguidas en forma de aviso,
 no son ahora más que escombros apilados y amasijos de hierros oxidados
que sobresalen de entre los restos como decrépitos huesos en una última expresión de agonía. 
La vegetación crece descontrolada desdibujando la forma de las calles 
y atravesando como lanzas infernales las pocas estructuras que permanecen en pie a malas penas. 
Manadas de ciervos y otros animales pastan en lo que antes era el bulevar, 
y depredadores insaciables los acechan desde despojos de coches amontonados. 
Y sin embargo lo que más llama la atención es el silencio. 
Ya no hay barullo, el murmullo de la humanidad y sus máquinas ha cesado.
La ausencia de ruido es tan estridente que casi parece posible percibir el sonido del universo,
los planetas de nuestro sistema solar moviéndose en perfectas matemáticas. 
Y entonces todos mis miedos desaparecen, todo el peso de mis cargas,
cada gramo de dolor y tristeza.
Y el mundo se convierte en el lugar perfecto. 
Y llego a la tienda de suministros.
Y la tipa me recibe con el morro torcido en una hipócrita sonrisa que sólo me da asco. 
Y toda la paz que sentía se derrumba en un intenso sentimiento de odio
y vuelvo a querer morirme de nuevo. 


domingo, 15 de mayo de 2016

No puedo dejar de mirar.


viernes, 6 de mayo de 2016

A veces la suicida que hay en mí no puede controlarse.
Las mutilaciones evolucionan y alcanzan nuevos estadios desconocidos.
Autoagresiones mentales que adoptan identidad propia
y se ríen de mí, dejándome muy hundida en éste líquido amarillo 
que apesta a cerebros podridos y que bien podría ser 
el último resquicio de la humanidad que una vez tuve. 

Es irónico 
el modo en que contemplo mi cadáver magullado
frente al espejo. 
Y esos afilados colmillos que percibo 
no son los míos,
pero llevan mi nombre. 

¡Qué importará morir devorada..!

Mi vida se fue con manadas salvajes
y corre por recónditos y verdes lugares.
Lejos, donde el aire no huele a humo
ni queda nadie para respirarlo.

Por lo demás
de mí ya solo quedan despojos
bastante fáciles de aniquilar
y una larga lista de incomprensiones. 



lunes, 2 de mayo de 2016

Follad
para vengar los orgasmos
que vuestras abuelas no tuvieron.